06 febrero, 2007

[General] Ruido sin sentido... ruido, ruido, ruido

Hoy pude dormir, déjenme hacer las cuentas... una hora. Sí, exacto, sólo una hora, gracias a una alarma que sonó constantemente desde ayer a la noche hasta hoy cuando me fuia trabajar.

Hace tiempo que vengo pensando y comentando con amigos que las alarmas ya resultan más agotadoras que útiles. Si en alguna época mirábamos hacia donde sonaba una alarma asumiendo que alguien estaba intentando robar un auto o una casa, ahora miramos para ver quién es el cansino (por decirlo suavemente) que se subió a su coche sin desactivarla, o entró a su casa y demoró en digitar el código, y dedicarle unos tres o cuatros pensamientos malintencionados a él y a su familia más inmediata.

Es que el nivel de ruido a nuestro alrededor es a menudo insoportable, aunque no lo notemos en ese mismo momento, y no parecemos tener demasiado interés en cambiar eso.

Además, en el caso particular de las alarmas se me ocurre que sufrimos todos para el beneficio de uno. O peor aun, sufrimos todos y nadie se beneficia, porque lo cierto es hoy en día que si suena una alarma difícilmente alguien salga a ver qué pasa.

Y ni que hablar de los que dejan la casa y se van, o estacionan el auto a una distancia tal que ni se mosquean si se dispara la dichosa alarma. Ya habrá alguien que se termine de enloquecer con el ruido y llame a la Policía, aunque más no sea para que apaguen ese ruido infernal con tres o cuatros disparos.

Es cierto, la gente no va a dejar de irse de vacaciones, o no va a dejar de ir al cine por estar pendiente de la alarma, pero ¿no habrá alguna solución intermedia?

Para que vean que no soy solamente un tipo quejoso, acá va mi propuesta para solucionar este problema de contaminación sonora:


La intransigente, es prohibir total y absolutamente las alarmas, con la excepción tal vez de las alarmas contra incendio (que no es que me simpaticen tampoco, pero se me hace que sí presentan una cierta utilidad).

La vengativa, sería colocar alarmas con una terminal capaz de llamar al teléfono celular de su dueño.

En este caso, sería algo así como distribuir la molestia. Yo soporto todo el ruido pero al que tendría que estar preocupado no deja de sonarle el teléfono.

De todas maneras mi relativa poca fe en la condición humana me hace sospechar que el responsable puede apagar el celular y desentenderse.

La posible, sería incluir un dispositivo en las alarmas que le permita funcionar por, digamos, diez minutos.

Así es, se tolera hasta diez minutos de ruido, y después que el destino decida.

Si el ladrón logró lo que quería en menos de diez minutos, pues bueno, punto para el ladrón. Y si la alarma logró disuadirlo, mejor aún, cumplió con su trabajo y todos podemos seguir durmiendo sin necesidad de esperar que su dueño aparezca ocho horas después a darse cuenta de que tiene que apagarla.

Más o menos eso. Como escuché alguna vez "a favor de todos y en contra de nadie".

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