23 julio, 2007

[General] Y Mendieta lloró...


Se murió Roberto "El Negro" Fontanarrosa.

Creador de un montón de cosas entre las cuales yo sólo conocía bien a Inodoro Pereyra y un poquito, muy poquito a Boogie el Aceitoso. Leí además, en forma casual y aislada alguna otra historieta suya en algún diario argentino, o publicada en Internet.

Ni puedo, ni me corresponde, hacerle un homenaje, ni escribir palabras de agradecimiento, o sentidas reflexiones sobre su vida y su muerte.

Lo único que puedo decir es que, por alguna razón que todavía no descifro, la noticia de su muerte me llegó distinto a lo que hubiese esperado.

Nunca fui de conmoverme especialmente por las muertes de famosos o de ilustres desconocidos, pero será por lo que escuché en los últimos días, y todo lo que recordé de las historietas que leí, que algo tocó. Apenitas, casi nada, pero más que otros.

De repente -supongo- es porque me despierta cierta admiración el espíritu muy especial que tuvo para anunciar que ya no podía dibujar más. "La mano derecha claudicó" dijo.

Capaz que es porque él -a través de Inodoro- se mandó algunas frases tan distintas como geniales como "A veces la picardía crioya es sólo desesperación, Mendieta" o Yo no quiero ser irrespetuoso, Eulogia, pero lo que ha hecho Tata Dios con usté es abuso de autoridá.

Puede ser porque uno incorporó el "Mal, pero acostumbrao" como respuesta a un saludo, o porque se sintió identificado en su adolescencia -y un poco después también- con aquello de que "uno se deslumbra con la mujer linda, se asombra con la inteligente... y se queda con la que le da pelota."

Y de todos los homenajes que vi hasta ahora, hay uno que dice todo sin usar palabras: La tapa de del diario "Página 12".

Así que, de puro atrevido nomás: Chau Negro.



09 julio, 2007

[General]Dejalo... Pobrecito


Partido Uruguay-Zambia, Campeonato Mundial de Fútbol Sub-20.

Patadón casi criminal de un futbolista de Zambia contra la humanidad de uno de los uruguayos que, por ser humano justamente, queda tirado en el piso retorciéndose de dolor.

Comentario cuasi inmediato en la TV: "Evidentemente fue un golpe fruto de la inocencia,no de la mala intención".

¡¡¡ ¿¿¿ POR QUE ??? !!! ¿Por qué esa manía de seguir justificando todo lo que hacen los futbolistas africanos utilizando la inocencia, o la inexperiencia como excusa? ¿Qué necesidad?

Hombre, seguramente el deportista de Zambia tuvo la muy futbolística idea de ir a marcar fuerte, y si de paso se llevaba la pierna del uruguayo tantísimo mejor. Si en algo fue inocente fue en suponer que se la iba a llevar gratis, ya que finalmente vio la tarjeta roja y marchó para afuera.

¿Qué es esto? ¿Un paupérrimo intento de pelear contra el racismo? Por ahí no es flaco. El suponer que el tipo no tiene la iniciativa de romperte una pierna cuando lo considera necesario también es subestimarlo.

Evalué también la posibilidad de que el veredicto de inocencia fuera hijo de la edad de los futbolistas más que de su origen geográfico. Sin embargo, el mismo filósofo televisivo, no escatimó condenas y reprimendas para otras acciones similares -o aun menos fuertes- llevadas a cabo por futbolistas de otras selecciones.

Por si acaso, un microcursillo de periodismo deportivo con la nueva tabla de calibración de patadas criminales, según el origen de la pierna que la propina:

Si es europeo:
Una actitud casi criminal del futbolista que definitivamente fue a golpear al otro jugador.

Si es americano (sobre todo sud):
Entrada fuerte al rival fruto de la personalidad del futbolista, que está dejando en claro que venderá cara su derrota. Pueden agregarle expresiones como "picardía", "oficio", "guapeza", etc.

Si es asiático (sobre todo del sudeste):
Notoriamente este futbolista ha aprendido la artimañas del fútbol en su reciente paso por el fútbol europeo.

Si es africano:
Evidentemente no hubo mala intención. Simplemente un error de cálculo, fruto de la inocencia e inexeperiencia del futbolista, que no hace más que aportarle alegría al juego.


No sé, me hace acordar a cuando un pibe hijo de padres divorciados es un reverendo hincha pelotas y cuando rompe algo le evitan el castigo con el famoso, "Dejalo... pobrecito".