Hoy quise ingresar al sitio de gestión de correo web de ADINET -en Uruguay- y, como tantas otras veces, cometí un error de tipeo. En lugar de teclear,
www.adinet.com.uy, escribí
www.adient.com.uy (nótese la permutación entre la
n y la
e).
Esto no tendría nada de raro si hubiera obtenido un mensaje de error en mi ventana del Firefox, pero no fue así. Esta vez, obtuve una pantalla de "Google Oportunidades".

Nótese como en la parte inferior aparece un enlace para acceder a "Todo sobre Gooogle" (sí, sobra una letra), y otro para acceder al buscador Google real. En éste último caso no me queda claro si se trata de una acto de honestidad, es decir reconocer que esa página NO es el buscador, o bien un intento por aparecer vinculado a Google, intentando redondear la sensación de pertenecer a la misma coporación.
Como sea, otro sitio más que sólo está "a la pesca" para enganchar usuarios que digitan mal las direcciones. En muchos casos, estos sitios tienen como cometido intentar estafar al navegante, obteniendo información privada sobre el mismo.
En este caso, al realizar una búsqueda en este pseudo-buscador, terminamos en otra página que nos advierte que el dominio
gooogle.com.ar está bloqueado. Nótese, en este último, cómo se utiliza otra vez la misma técnica, agregando una
o de más, para que sea casi igual a la dirección original.
Puestos a buscar, busquemos.
Si hacemos una consulta en la red para ver a quién pertenece el dominio adient.com.uy, nos enteramos de que se trata de un tal José Corvetto.

Como somos muy curiosos, buscamos algún dato más de este señor y, oh sorpresa, parece que tiene una solicitud en Perú para registrar el dominio
wwwgoogle.com.pe.
Nótese una vez más, que se trata de registrar un nombre extremadamente similar a lo que uno digitaría para ingresar al sitio que realmente quiere, en este caso el popular buscador en su versión peruana.

Parece que José tiene un perfil bastante determinado.
Siguiendo con esa investigación de cuarta categoría, encuentro otra mención a este señor en el diario El País de Montevideo.
Aparentemente, está vinculado a una empresa de publicidad por correo electrónico.

Sí sí... yo sé, la publicidad por correo electrónico en sí misma no es una actividad cuestionable. Pero después de tantos ejemplos de no respetar las políticas de privacidad, y sumando los intentos de registrar dominios como los que nombré más arriba, uno termina notando un olorcillo no muy agradable.
Nada ilegal, repito y aclaro (sobre todo por si los abogados de Corvetto leen esto). Simplemente hacer notar algunos hechos y datos que se pueden encontrar fácilmente.
Moraleja: cuando quieran ingresar a un sitio web en el que tengan que ingresar información (contraseñas, números de cuenta, datos personales)
asegúrense de haber digitado bien la dirección.